Nos proponemos compartir con un ustedes una reflexión acerca la aplicación de Data Science y la transformación digital. Analizaremos una contradicción que enfrentan la industria, el comercio, los servicios y en particular la educación. ¿Por donde pasa esa contradicción? Las estrategias de marketing requieren la personalización, la diferenciación. Que nuestro producto, que nuestro servicio sea distinto y adaptado a las necesidades de cada cliente.
El problema es que eso se da de patadas con lo que es el orden en los procesos internos. Si voy a hacer una cosa distinta para cada uno de mis clientes, me va a costar muchísimo tener procesos ordenados, optimizados, eficientes. Y esto parece complicado de ajustar. ¿Entonces que podemos hacer?
La tecnología, en particular a través de su implementación en eso que se ha dado llamar la transformación digital, nos permite tener ese nivel de personalización minimizando las consecuencias que eso tiene sobre mis procesos internos. De manera que pueden ser eficientes, ordenados aunque mi productos y servicios sean personalizados.
Eso es lo que vamos a tratar de abordar hoy:
- Primero vamos a mirar que pasa con nuestros clientes, que tienen de particular los clientes de la era digital, respecto a clientes mas tradicionales.
- Vamos a hablar sobre cual es la diferencia entre la industria 3.0 y la industria 4.0.
- A nivel servicios parece que cada vez es mas simple estandarizarse. La que enfrenta un desafío importante es la industria para justamente adaptarse a los cambios.
- Vamos a ver como desde la ciencia de datos, que forma una parte de esta transformación digital. Vamos a aportarle herramientas que ayuden en el proceso este transformación que ayuden a las industrias, a los servicios y al comercio.
Pretendemos explorar como es posible ir soñando con este proceso y como es imposible en el mediano plazo que las organizaciones se queden atras.
¿Cómo es el cliente de la era digital?
Esta asignado por la inmediatez. Quiere la satisfacción de sus problemas ya. Para nada le interesa esperar. Para nada le interesa encarar un esfuerzo largo que lo va a llevar a un buen resultado dentro de mucho tiempo. Por eso es que vemos caer los egresos de las universidad. A muchos jóvenes les parece intolerable pensar en invertir 5, 6, 8 o hasta 10 años de su vida para tener un titulo y empezar desde ahí una vida laboral.
Por otra parte queremos la personalización de los servicios. Queremos que nuestro coche hable de nosotros. Que el medico que nos atiende tenga en cuenta lo que nos pasa, lo que nos duele, nuestros temores, nuestras esperanzas. Y tenemos muy poca tolerancia a la frustración. En particular en el ámbito educativo.